​El día que sufrí la crisis más grave de mi vida (Música y salud mental I)

De pequeño, me regalaron un pianillo que tenia grabada una melodía de la cual todavía me acuerdo somo si la hubiera compuesto yo mismo. Para mí, aquel lenguaje fascinante no tenía ningún misterio; lo entendía perfectamente, y fui capaz de reproducir la canción enseguida como quien dice «mamá.» A los 5 años, recibí mis primeras lecciones de piano y a los 18 ya había convertido la música en mi profesión. A ella me dediqué exclusivamente hasta el día que sufrí la crisis más grave de mi vida.

En el 2017, cuando vivía en Cantabria, grabé mi primer disco en solitario, From Home to Home. El proceso fue largo y muy pesado debido a mi malestar interior. La inquietud no me dejaba dormir, me pasaba las noches en blanco pensando en la muerte y, en lugar de disfrutar de la experiencia en compañía de la banda, me fui alejando hasta que me vi instalado en un aislamiento dolorosísimo. Me sentía como la atmósfera cántabra: gris, lluvioso y encerrado en mí mismo.

Hay una canción en el disco que lo refleja con exactitud: When I am Down. El texto, antes de estallar en un lamento intenso, dice:

Me encantaría sentirme aquí

Pero tan solo me siento hundido

Para ser sincero, debo decir que yo ya era infeliz antes de todo esto. Crecí sintiéndome abandonado y sometido a una tristeza que me provocaba un nudo en la garganta y que tuviera los ojos vidriosos permanentemente. Veía el mundo como una amenaza. Si me invitaban a celebrar un cumpleaños, a ir al cine o a hacer cualquier otra cosa, yo respondía que no y me inventaba excusas incontestables para que no me insistieran más. Salir de casa me daba un miedo terrible.

Intentaba sentirme mejor comiendo compulsivamente hasta que un día probé el alcohol. Me pregunté: «¿Por qué no te he conocido antes?» Al beber, adquiría el superpoder de relacionarme con los demás, de expresar mis sentimientos, de tener relaciones sexuales, etc. Al principio, solo bebía los fines de semana, pero llegó un día en que no podía evitar hacerlo incluso cuando no tenía ganas, y, además, ya no tenía nada de divertido.

Volviendo a la canción, Mehnai canta

Necesito ponerme bien

pero quien lo dice, en realidad, soy yo. No me encontraba bien y lo sabía, y también sabía que la única solución era pedir ayuda. El día que sufrí la crisis más grave de mi vida, por fin tuve el valor de contarle a mi familia y a un profesional cómo me sentía, qué hacía y qué tenía intención de hacer. Desde entonces, estoy aprendiendo que es posible desarrollar un proyecto de vida en convivencia armónica con la patología dual. Hablar de ello abiertamente es mi manera de hacer activismo por la salud mental.

Toni Barceló

Activista de Obertament Balears


Obertament Balears cuenta con la financiación de la comunidad autónoma de les Illes Balears a través del 0,7 % del IRPF.